Historia del pósito

     El pósito de Fuente Victoria es un edificio muy transformado en su interior. Conserva la caja de escalera, si bien, con nueva solería. De su exterior destacan la cantería en las esquinas y la apreciable portada en arco de medio punto, de piedra de sillería en dovelas, a pesar de su sencillez, bastante original en nuestra comarca. En la fachada lateral conserva las rejas, que según creencia popular eran las que hacían de este edificio el presidio que dio nombre al lugar hasta fechas recientes.

    Sus rasgos estilísticos apoyan la posibilidad de que fuera construido tras las repoblaciones de la zona de 1572.

    Forma con la iglesia parroquial y la casa de los Palomar un conjunto de indudable valor histórico artístico que aúna en una misma perspectiva los poderes de la sociedad de la Edad Moderna: estado, iglesia y nobleza.

    Fue la sede del concejo o ayuntamiento de Codbaa, llamada después Presidio de Andarax, no por la cárcel que existió, sino por ser presidio o guarnición de soldados.

    El establecimiento y construcción del pósito se sitúa, paralelamente al desarrollo del proceso de castellanización, en un espacio intensamente islamizado. La nueva sociedad repoblaciora, establecida a raíz de la expulsión de los moriscos por el levantamiento de 1568, al contrario de la musulmana, necesita de la regulación, por parte de los poderes públicos, de todo lo relacionado con él trigo y el pan. Surge la necesidad de disponer de un edificio,para almacenar, distribuir y controlar los cereales, especialmente el trigo,en Fuente Victoria (Codba,Presidio) ,utilizado también como sede de su concejo,justicia y regimiento.

    El edificio del pósito, de considerable sobriedad expresiva,presenta dos plantas, y se caracteriza por utilizar elementos de acervo mudéjar, ladrillos en las esquinas de la planta superior,intercalados,y enmarcando cajones de mampostería, conjuntamente con recursos constructivos de honda tradición castellana, portada y uso de la piedra en las esquinas de la planta baja, zócalos y cercados de algunas ventanas. La amplia portada, de arco de medio punto despiezado de grandes dovelas radiales de piedra, confiere, junto con los restantes elementos como los contundentes sillares, un austero carácter monumental y aire castellano, presente, entre otros espacios, en numerosos edificios de Baeza pertenecientes a los siglos XVI y XVII.